Recientemente ha tenido la oportunidad de conocer de primera mano la importante labor de educación, sensibilización e investigación que realizan las 76 entidades españolas vinculadas con el Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) para defender los derechos de las personas afectadas y sus familias. Realicé una visita a la Confederación de Autismo de España, con sede en Madrid, y me contaron algunos de los proyectos que quieren impulsar, sobre todo relacionados con la concienciación en escuelas e institutos. Y es que los casos de autismo van en aumento. Se calcula que uno de cada cien nacimientos está afectado por el trastorno. Lo que está por desvelar es si este incremento se debe a una mayor precisión en los diagnósticos o a un crecimiento real.
Sea como sea, creo que la sociedad tiene que esforzarse por entender esta patología y trazar puentes con las personas que la padecen para que el autismo no implique su exclusión social.
Quizás os preguntaréis por qué hablo de esto en el blog y qué tiene que ver la problemática del autismo con la música. Por un lado, creo que todos los artistas, sin importar desde qué disciplina creamos nuestra obra, tenemos un pulso inconformista o de insatisfacción. Las ganas de colaborar con un granito de arena, una canción, un poema o un cortometraje, para mejorar el mundo que nos rodea, es un motor inspirador que nos impulsa a crear.
Por otro lado, la musicoterapia ejercida por profesionales ofrece notables beneficios en patologías relacionadas con alteraciones neuropsicológicas como el autismo. Algunos de los síntomas del trastorno son las dificultades de comunicación e interacción social, problemas para interpretar emociones, conductas agresivas ante la dificultad para aceptar cambios en las rutinas y problemas visuales. La música puede combatir estas alteraciones con técnicas de relajación, autoconocimiento del aparato fonador, estimulación motriz y desarrollo de las capacidades cognitivas y comunicativas. Es fascinante cómo, en ocasiones, la música llega donde las palabras no pueden acceder.
Impactado aún con la realidad del autismo y deseoso de seguir conociendo cómo la música puede ayudar a mejorar sus síntomas, me gustaría seguir de cerca las próximas campañas de la Federación de Autismo de España.