No podría estar más satisfecho con el recorrido internacional que está logrando el disco Sky Dancer desde que lo lanzamos al mercado. Bien pensado, es un álbum que tiene en su ADN una identidad global, tanto por el proceso creativo que Terry Oldfield y yo realizamos entre Australia y España, como por el mensaje que queremos transmitir: tenemos que reconectarnos con el universo, con la naturaleza, empatizar de nuevo con las personas que tenemos cerca y también con las que están lejos.
Este es, a grandes rasgos, el llamamiento que hacíamos en nuestro single “Reach out”. Ahora, los Global Music Awards han galardonado esta canción con una medalla de bronce. Empiezo a pensar que California es un amuleto para mi carrera como artista, ya que mi gran impulso como músico a nivel internacional también llegó con un reconocimiento de la costa oeste americana. En concreto, fui nominado en los Hollywood Music in Media Awards de 2016.
Tiene mucho valor el premio que nos han entregado los Global Music Awards, ya que es un certamen concebido para ignorar quiénes protagonizan las listas de más vendidos y ceñirse a la creatividad y la calidad musical, con el objetivo de otorgar a la música independiente el protagonismo que merece.
En este sentido, los organizadores del concurso afirman: “Valoramos la comunicación emocional, la habilidad de trascender y de conseguir que el oyente experimente algo nuevo y absorbente”. Y añaden: “queremos que el artista nos recuerde por qué la música es lo que más nos importa”.
Como podéis comprender, estoy encantado de formar parte, junto a Terry Oldfield, de este movimiento a favor de la música de calidad, atrevida, que no está preconfigurada por las modas.
Pero este reconocimiento señala, sobre todo, que tengo que seguir trabajando en esta línea. La música se crea tocando, es así de simple y así de maravilloso. De momento, sigo trabajando a toda máquina para que los conciertos en Madrid y Valladolid del mes de noviembre os dejen encantados.
¡Nos veremos muy pronto en vivo y en directo!
